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ESTADO SANITARIO DE LOS CULTIVOS.INFORME DE SANIDAD VEGETAL REGIÓN DE MURCIA

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Semana nº 45 (del 7 al 13 de noviembre de 2022)

HORTALIZAS

Hortalizas al aire libre

En algunas de las plantaciones más tempranas de Brassica spp. (brócoli, coliflor, etc.) del Campo de
Cartagena y Valle del Guadalentín, se están encontrando problemas de nematodos, probablemente Heterodera
cruciferae. Se trata de plantas que presentan un menor desarrollo de la parte aérea e incluso amarilleos foliares.
En la parte subterránea, cuando la infestación es muy grande, se pueden ver a simple vista las hembras adultas
adheridas a la raíz. Estos nematodos se convierten en un problema en agricultura cuando el uso del suelo es
intensivo y no existe un sistema de rotación de cultivo adecuado, que es una manera eficaz de controlarlos, ya que
presentan un rango limitado de hospedadores. Otros medios serian la biosolarización o la desinfección química del
suelo con productos adecuados para este fin.

Aumentan los problemas de hongos debido a que se mantienen las condiciones húmedas por las lluvias y los
rocíos. Así, entre las enfermedades fúngicas más importantes, podemos destacar los diferentes mildius, con
distintas especies, específicas de cada hortaliza, así como Botrytis, Sclerotinia, y Alternaria. Además se están dando
problemas de otros hongos mucho más específicos para determinados cultivos, como Cercospora y Septoria en
apio, o Stemphyllium en algunos tipos de lechugas.

Entre las recomendaciones generales para mitigar este tipo de problemas, se podrían incluir las siguientes:

- Tratamientos: realizar aplicaciones fungicidas que incluyan alguno de los productos más específicos contra
mildiu/alternaria, o bien botrytis/esclerotinia, según cultivos y situación, junto con alguna materia activa de acción
más preventiva o resecante. En algunos casos, puede ser conveniente incluir o alternar con un producto cúprico,
con cierto efecto también sobre bacteriosis. Para evitar problemas de resistencias y falta de eficacias, no deben
realizarse más de dos aplicaciones con un mismo producto o productos que tengan el mismo mecanismo de acción
contra el hongo y debe dosificarse correctamente.

- Tener muy en cuenta el periodo que va a transcurrir desde la aplicación hasta la recolección, puesto que
algunos fungicidas tiene plazos de seguridad de más de 14 días, incluso 28 ó 30 para algunos cultivos.

- Aunque se cultiven variedades con resistencias, como puede ser algunas lechugas o espinacas frente a
mildius, en momentos de alto riesgo es fundamental incluir alguna aplicación fungicida.

- Fertirrigación: es fundamental mantener el riego y fertilización lo más ajustada posible, evitando excesos
de agua y de abonos nitrogenados.

En cuanto a plagas, en brasicas se tiene que prestar especial atención a los focos de pulgón que comienzan
a aparecer. Interesa detectar los primeros ejemplares de pulgón ceniciento y tratar para impedir que se queden
protegidos cuando las plantas acogollan. También es importante respetar al máximo los auxiliares que son una
importante ayuda para controlar la plaga.

Siguen observándose algunos ataques de lepidópteros: Mientras que la presión de Plutella, Spodoptera
exigua, Spodoptera littorallis y algunos plúsidos se va a mantener todavía bastante constante, es previsible que
Helicoverpa comience a entrar en diapausa o parada invernal a lo largo de las próximas semanas, lo que contribuirá
a reducir los problemas de orugas, especialmente en lechuga.

Calabacín

Continúa la presencia del virus del rizado del tomate de Nueva Delhi, ToLCNDV, tanto al aire libre como en
invernadero. Es importante eliminar de manera adecuada las plantas infectadas de las parcelas de cultivo así como
los restos de otras plantaciones ya terminadas y que están rebrotando en los nuevos cultivos de invierno y
presentan síntomas del virus. Las plantas infectadas arrancadas, no se deben dejar ni en la propia parcela ni en los
exteriores de la misma sin más. Con esta medida se intenta reducir la cantidad de inóculo en las parcelas y el peligro
que esto supone para la propia plantación y las cercanas.

Tomate

El nivel de Tuta y mosca blanca aumenta en aquellas plantaciones donde no se observa la presencia de
míridos, ya que en aquellas que si que hay presencia, se mantiene bajo.

Los míridos, especialmente Nesidiocoris, juegan un papel muy importante en el control biológico de Tuta y
mosca blanca. Sin embargo, hay que mantener la vigilancia de las poblaciones alcanzadas en las plantaciones, ya
que pueden dañar también al cultivo, sobretodo en las plantaciones jóvenes o cuando los niveles de Nesidiocoris
son excesivamente elevados.

Las precipitaciones y días nublados típicos de estas fechas, en las que nos vamos acercando hacia los días
más cortos del año, favorecen la proliferación de problemas fúngicos y bacterianos. Además de la oidiopsis, pueden
verse algunas infecciones de Alternaria, Botrytis y, de forma mucho más puntual, de mildiu, especialmente en
parcelas y estructuras con mayores problemas de humedad.

Entre las medidas de prevención y control de estas enfermedades, debe incluirse un buen manejo de la
ventilación, forzándola durante los días y horas más soleadas, aunque ello represente un riesgo en la entrada de
plagas, especialmente si no tenemos una buena instalación de auxiliares. Evitar podas o deshojados con mucha
humedad o con previsiones de precipitaciones, realizar los cortes de poda limpios (con cuchillas, si son gruesos) y
a ras del tronco, sin dejar salientes, son otras medidas importantes para reducir los riesgos de Botrytis.

CÍTRICOS

Mosca de la fruta

En algunas estaciones comienzan a descender paulatinamente las capturas de adultos, si bien en otras zonas
entran en juego algunas variedades de naranja, limón y pomelo, caso del Campo de Cartagena o Vega Media y Baja
del Segura, donde se ha producido un repunte importante de mosca.

Piojo rojo de California

Situación continuista con plantaciones donde se mantienen o disminuyen poco a poco las capturas de
adultos machos en trampa, mientras que en otras plantaciones se mantienen más altos los niveles y aumentando.
La progresión de formas juveniles (L1 y L2) se mantiene también relativamente estable, en algunos casos próximos
al 40%. Respecto a fauna auxiliar, aunque en conjunto parasitoides y depredadores se encuentran más bajos que
en su punto máximo de primavera, aún continúan actuando de forma relevante.

Lepidópteros

La mayoría de especies comienzan un suave descenso en capturas a excepción de Prays citri, que en las
últimas semanas han aumentado hasta valores cercanos a las 5-7 CTD., probablemente debido a la aparición de
flores a destiempo. No obstante, este ascenso no tiene relevancia alguna de cara a su control.

VID

Castañeta

Tanto en uva de mesa como en viñedo seguimos sin realizar capturas de ejemplares de Vesperux en las
estaciones de monitoreo tanto en el Valle del Guadalentín como el Altiplano.

Enfermedades relacionadas con hongos de la madera y la poda en vid

Nos encontramos en el inicio de la caída de hoja en algunas variedades de uva de mesa así como de las viñas
en las comarcas vitivinícolas. Este proceso se irá intensificando en los próximos días gracias a la bajada progresiva
de las temperaturas. En el caso de la viña, sus zonas de producción como el Altiplano ya registran valores bastante
bajos durante la noche. Mientras, respecto a la recolección en uva de mesa, aún quedan algunas variedades más
tardías pendiente por recolectar, si bien muchas otras ya fueron recolectadas en semanas anteriores.

Por tanto, de forma más o menos general, podemos considerar que comienza el periodo para de realizar las
labores de poda selectiva sobre las plantaciones de cara a eliminar los sarmientos no uveros del año, buscando un
buen equilibrio de la planta y de sarmientos que darán lugar a la próxima cosecha.

Por otro lado, cada vez con mayor frecuencia encontramos cada año plantaciones con daños por
enfermedades fúngicas de la madera como; Yesca, Eutipiosis, De Petri, Pie Negro, etc., hallando cepas con una
brotación débil, irregular y/o mostrando, entre otros síntomas; clorosis y/o necrosis intensa de hojas y brotes,
raquitismo de sarmientos, desecación de brazos y, en casos extremos, la muerte de cepas. Estas enfermedades son
causadas en la mayoría de casos por hongos patógenos vasculares que alteran el interior de la madera y, que
progresivamente disminuyen la capacidad de la vid para realizar el transporte de la savia, llegando a producir
necrosis interna o bien pudrición seca. En nuestros viñedos, con frecuencia el síntoma se muestra con un
oscurecimiento o esponjamiento de partes de la madera. Existen diversos hongos que pueden estar presentes en
las distintas etapas y zonas de evolución de la patología. Incluso, en muchos casos, lo que existe en realidad es una
incidencia conjunta de varias especies de hongos (complejo) actuando a la vez, produciendo varios síntomas
distintos en la madera que se aprecian, entre otros aspectos, por su color y textura.

Debe tenerse en cuenta que estas afecciones ya no se observan únicamente en las plantaciones viejas como
venía siendo más habitual o tradicional, sino que muchas plantaciones jóvenes ya muestran al poco tiempo este
tipo de síntomas, lo cual puede convertirse en un grave problema para la viabilidad económica de la explotación
en un futuro. Mientras, en uva de mesa, estos ataques son menos agresivos gracias al mantenimiento óptimo del
riego y abonado, además de su corta vida comercial. Por el contrario, en algunos viñedos esto puede llegar a
obligarnos a realizar un arranque anticipado de la plantación debido a la disminución progresiva en el rendimiento,
acortando su vida comercial. En otros casos además, estas afecciones también pueden llegar a afectar
negativamente a la calidad de la cosecha. Por tanto, merece la pena tomarnos muy en serio la poda de cara no
favorecer estas patologías en nuestras plantaciones.

Por todo lo anterior, entre otras medidas el momento de la poda es importante para sanear las parras y
vides, reduciendo la madera afectada por este tipo de hongos, o en el mejor de los casos, reduciendo el riesgo de
infección inicial. De este modo se realizan algunas recomendaciones al respecto:
- En primer término, realizar la desinfección frecuente de las herramientas de poda con alcohol de quemar
(70º), con lejía diluida en agua al 50% o usando otros productos comerciales para este fin.

- Además, se debe podar con tiempo seco y dejar 4-5 días sin podar después de una lluvia. Aspecto muy
importante.

- Si se observan brazos con algún síntoma sospechoso, cortar hasta alcanzar material vegetal sano (color
normal de la madera).

- Si se realizan cortes grandes, realizar estos lo más trasversal y recto posible, con el fin de conseguir el menor
tamaño de la herida y que facilite el drenaje del agua de lluvia, además de aplicando algún fungicida o mástic
cicatrizante que evite la entrada de estos hongos.

- Podar de forma separada las cepas enfermas del resto, así como desinfectar las herramientas de poda al
pasar de una a otra.

- Arrancar y eliminar de la explotación a la mayor brevedad posible las plantas afectadas y muertas.
- Extraer de la parcela los restos de poda afectados la enfermedad y destruirlos con prontitud.

Respecto a este último punto, la alternativa de trituración con o sin incorporación al suelo, aunque se
considera una buena práctica agronómica y medioambiental, no estaría indicada en estos casos, puesto que estos
restos podrían actuar en la difusión de dichas enfermedades. En plantaciones sanas, en caso de triturar, se
recomienda realizar un triturado (desmenuzado) intenso para destruir restos de plagas. Además, si es posible, es
preferible enterrarlos hasta cubrirlos para facilitar su descomposición. Complementariamente, puede añadirse
calcio para facilitar esa degradación y eliminación de patógenos, o bien alternativamente, aplicar materia orgánica
fresca que sirva como fuente de microorganismos antagónicos y acelere su degradación. Ahora bien, si
constatamos la presencia de alguna de estas enfermedades de la madera esta práctica sería totalmente
desaconsejable.

En este caso, si bien la alternativa más conveniente desde un punto de vista fitosanitario sería
preferentemente quemándolos in situ, lamentablemente debido a la problemática legal actual existente esto no
sería posible de momento, por lo que como únicas opciones posibles tendríamos: a) usarlos como biocombustible,
en autoconsumo, si es pequeña la cantidad de material vegetal procesado, o bien, en planta de cogeneración de
energía; b) para su comercialización como leña para hogar o; c) gestionarse como materia prima (subproducto) en
una planta de compostaje.

- Para evitar la dispersión de estos hongos de la madera, especialmente si se observan síntomas claros, así
como para reducir el periodo de infección a través de las heridas de poda, inmediatamente después de la poda se
puede realizar una aplicación general a toda la plantación con algún fungicida de tipo cúprico.

Por último, una vez tenemos el problema establecido, aparte de su identificación, debemos consultar con
personal técnico qué productos, si los hay, pueden ser más eficaces para su control específico. Una alternativa a
los tratamientos fitosanitarios convencionales a base de fungicidas, son los productos formulados a base de hongos
antagonistas como puede ser el caso de las Trichoderma spp. aunque su efecto es más a medio o largo plazo. En
este caso, debemos tener en cuenta que se trata de un organismo vivo, por lo que es muy importante que estas
aplicaciones se practiquen en las condiciones indicadas en la etiqueta por el fabricante.

Para finalizar, respecto a viñedo debemos realizar una última referencia a la pasada campaña en la cual se
han encontrado numerosas plantaciones que en primavera mostraban una clorosis notable en sus hojas. No está
claro cuál fue la causa o causas que lo provocaron, si bien un aspecto que muy probablemente estuvo implicado
en muchos de esos casos fue la dificultad para absorber el hierro (en forma iónica Fe2+ o quelatada), micronutriente
crucial para la formación de la clorofila en las plantas. Esto puede deberse a varios motivos en nuestras zonas de
producción; contenido elevado en caliza activa del suelo, presencia de patógenos en la planta, patrón menos
conveniente para suelos muy calizos, unido a cierta variabilidad varietal (p.e. nuevas variedades más sensibles que
la Monastrell). Aunque aparentemente no tenga una gran relevancia, hay que tener claro que estas clorosis
implican directamente a una menor capacidad fotosintética de la planta y por tanto, estos pies tendrán menos
recursos para su desarrollo vegetativo, producción de cosecha y capacidad de defensa frente a estreses como el
provocado por la falta de agua o incluso frente a patógenos. Por ello, se recomienda ayudar a las plantas con la
aplicación de productos vía foliar, riego o suelo, de productos enriquecidos con hierro que pueda llegar a ser
asimilable para las vides.

Servicio de Sanidad Vegetal
Dirección General de Agricultura, Industria
Alimentaria y Cooperativismo Agrario
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