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ALEGACIONES AL PROYECTO INFORMATIVO ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL DEL ANÁLISIS DE SOLUCIONES PARA EL OBJETIVO DEL VERTIDO CERO AL MAR MENOR PROVENIENTE DEL CAMPO DE CARTAGENA”

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Descripción: 

El Proyecto informativo Estudio de Impacto Ambiental del Análisis de soluciones para el objetivo del vertido cero al Mar Menor proveniente del Campo de Cartagena” proporciona una visión limitada de la realidad, ya que por una parte el ámbito geográfico excede los límites físicos del Campo de Cartagena y por la otra focaliza el problema casi exclusivamente en el regadío, minimizando las presiones e impactos relacionados con el importante desarrollo urbanístico y turístico del entorno del Mar Menor en las últimas décadas. En este sentido, la relevancia de las presiones urbano-turístico ya fueron claramente identificadas por el Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, que en su diagnóstico establece que el incremento de la ocupación del suelo ha provocado la desaparición de hábitats naturales y ecosistemas singulares, necesarios para el equilibrio biológico del Mar Menor.
El documento argumenta la focalización en el sector agrícola a partir del análisis de una serie figuras (Figs. 2, 4 y 5 del Resumen Ejecutivo), pero las mismas contienen información parcial y errores que trasmiten una visión deformada de la problemática del Mar Menor, y donde la agricultura de regadío parece la única responsable. Se enumeran una serie de presiones-afecciones que focalizan el problema exclusivamente en el sector agrícola y en procesos hidrológicos poco frecuentes como son las escorrentías superficiales y avenidas asociadas a eventos de precipitaciones intensas, ignorando otros impactos muy significativos relacionados principalmente con la contaminación y la presión de origen urbano, según expone el Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor (2018).
Algunas medidas sugeridas o adicionales, como "cumplir la normativa vigente" se reiteran a lo largo del documento, cuando en realidad no son actuaciones recomendadas sino obligaciones imperativas. Si hay incumplimientos normativos deben analizarse y corregirse al margen del "vertido cero" o de cualquier otra circunstancia. ·
El propio objetivo del vertido cero puede ser técnicamente imposible. Debiera reorientarse a la determinación de la máxima carga soportable por el sistema para mantener y mejorar su integridad ecológica, y el dimensionamiento de acciones con la restricción absoluta de esa máxima carga admisible. La máxima carga admisible podría revisarse regularmente conforme a la evolución del sistema. Todo ello requiere de un sistema de observación, y un conocimiento técnico-científico de la ecohidrología del sistema global (cuenca-laguna-atmósfera- golas), en el que se están produciendo avances muy notables pero que aún hoy no está disponible.
Es necesario un esfuerzo para re-explicar la situación, ya que el Mar Menor es lo que es por muchos factores, pero no hay que olvidar que entre ellos tanto la descarga de aguas superficiales en eventos de tormenta y como la descarga del acuífero al Mar Menor son procesos naturales que siempre han ocurrido, en mayor o menor magnitud y variabilidad temporal.
En ningún caso se ha estimado la efectividad (cumplimiento de los objetivos) de las actuaciones, mientras que no en todas se ha evaluado el coste de la actuación. El resultado es que no hay una medida de la eficiencia de cada actuación y, por tanto, es imposible tener claro cuál de be ser su priorización o incluso si tiene sentido realizarla por su alto coste y baja efectividad. En general se proponen actuaciones como deseables pero sin que exista una evaluación de su eficacia para alcanzar los objetivos propuestos, ni un sistema objetivo de indicadores que permita valorar esta eficacia. Al no disponerse de estas medidas de eficacia no es posible realizar un análisis coste/eficacia que permita priorizar racionalmente las actuaciones en una situación de limitación presupuestaria.
En el proyecto no se diferencia entre efectos a corto plazo y a largo plazo, lo que puede ser importante desde el punto de vista de la priorización y del cronograma de la puesta en marcha de las diferentes actuaciones. Dos ejemplos de diferente comportamiento:
En el tema de sedimentos, no se tiene en cuenta que la repoblación forestal (actuación 10) tendrá un efecto a largo plazo, mientras que las actuaciones a nivel de parcela (actuación 8) y los diques de retención (actuación 9) lo harán desde el mismo instante de su construcción. Por otra parte, los diques acabarán aterrados, por lo que, si no se incluye algún tipo de medida de extracción de sedimentos, no son una medida a largo plazo.
El problema de la contaminación de las aguas subterráneas es el retardo en el tiempo de respuesta que se produce entre la aplicación de nutrientes y la aparición de estos en aguas subterráneas debido a las bajas velocidades de movimiento de los contaminantes a través de medios porosos. Igual que los problemas graves de eutrofización del Mar Menor detectados en 2015 han sufrido un retraso respecto a la aplicación de agroquímicos, las medidas de reducción de insumos no tendrán efecto inmediato en la mejora de la calidad del agua subterránea. Probablemente se obtendrán resultados más rápidos en la reducción de los aportes superficiales.
Algunas medidas pueden ser meras declaraciones de voluntad, sin que exista o se proponga un soporte jurídico-normativo que las pueda hacer viables y eficaces en la práctica.
Únicamente un Plan Estratégico de infraestructuras Sostenibles (PEIS) podrá resolver a corto plazo los problemas más importantes de contaminación del Mar Menor, independientemente de su origen marítimo o terrestre.