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LA ESPAÑA EN LA QUE NUNCA LLUEVE: VIAJE AL SECANO RABIOSO DE MURCIA

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Ilustración AKIRANT . Reportaje del periódico El Mundo. Miguel G. Corral.
"Con el trasvase tenemos un respiro para salvar el arbolado, pero es insuficiente", asegura Alfonso Gálvez, secretario general del sindicato agrario Asaja en Murcia. "Tenemos un déficit hídrico estructural de 400 hectómetros cúbicos", se lamenta. "En un país moderno no podemos permitir que el suministro de agua no esté garantizado para todos los españoles", dice Gálvez.

Las reservas de agua se han recuperado en todo el país con las últimas semanas de lluvias... todas excepto las de la España seca

Murcia, Almería y el sur de Alicante apenas han recibido agua este año y continúan en situación de emergencia con sus reservas muy por debajo de lo normal para esta época

Entre la sierra de Grazalema, en Cádiz, y Águilas (Murcia) apenas hay 400 kilómetros en línea recta, poco más de la mitad que entre Pontevedra y San Sebastián. Pero están separados por un muro invisible e impermeable.

En la húmeda sierra gaditana, el pasado mes de marzo, ha llovido más que nunca en su historia. A pesar de ser uno de los puntos más lluviosos de España, lo de este año no se había visto jamás: sólo en el mes pasado han caído casi 1.500 litros por metro cuadrado. Nunca desde que se comenzaron a recoger datos en ese punto en el año 1913 se había registrado algo igual para el mes de marzo. La media histórica es de cerca de 150 litros y, durante todo el año, no se suelen recoger más de 2.000 litros en esos bosques de alcornoques.

En Murcia la primavera ha llegado en una situación muy diferente. En el Mar Menor no han caído más de 10 litros por metro cuadrado en todo el mes de marzo. En Águilas, apenas se han recogido 46 litros desde el pasado mes de octubre, y ya han pasado seis meses. Y esa miseria cae en un terreno azotado por cinco años seguidos de sequía en una cuenca hidrográfica que parece no poder salir nunca del estado de emergencia.

Fernando Giménez vive -«sobrevive», dice él- en el corazón de una de las zonas agrícolas más duras de Europa: el «secano rabioso» murciano. Cultiva, desde que comenzó a trabajar casi de niño, 13 hectáreas de almendros y 300 de cereal en Zarcilla de Ramos, una pedanía de la zona de montaña de Lorca. Durante los últimos cinco años, ha visto cómo se secaban cerca de 1.200 de sus almendros, más del 30%, y sólo ha podido recoger una cosecha de cereal. El resto se ha echado a perder, como la de este año, que se plantó en enero y, a falta de que llegue lo más duro del verano, ya se ha secado. Otro año más en blanco.

SECANO RABIOSO

La sequía estructural penetra sus raíces hasta el mismo tuétano de este rincón olvidado de España. Fernando tiene sus almendros en cultivo ecológico. Pero las mismas almendras que se pueden llegar a comprar en las más modernas tiendas madrileñas a cerca de 20 euros el kilo, a Fernando se las pagaron el año pasado a 1,30 euros el kilo.

Si no fuese por las ayudas que se recuperaron hace pocos meses para zonas desfavorecidas de alta montaña en Murcia (entre 6.000 y 10.000 euros por familia y año) y por las subvenciones para reponer los arboles que se secan y evitar así el avance del desierto, miles de familias como la de Fernando no podrían vivir del campo.

«Aquí los meses menos secos son marzo, abril y mayo, y aún no hemos visto una gota de agua este año», cuenta desde el tractor mientras trabaja sus tierras. «Si no llueve algo en mayo, esto tiene muy mala pinta», dice.

Las reservas de los embalses murcianos tienen hoy 312 hectómetros cúbicos, el 27% de su capacidad

Y los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Segura no contradicen a Fernando. Las reservas de los embalses murcianos tienen hoy 312 hectómetros cúbicos, es decir, el 27% de su capacidad. Y se supone que estamos en la época más lluviosa para la región. El año pasado en estas mismas fechas contaban con 370 hectómetros cúbicos (el 32%) y la media de los últimos 10 años es de 622. A modo de ejemplo, en el año 2014 la cuenca contaba con 878 hectómetros cúbicos en esta época del año.

Y las previsiones no ayudan demasiado al secano rabioso. «Los modelos no se ponen muy de acuerdo, pero de igual modo que no se puede tener una señal clara de lo que ocurrirá en la mitad norte y centro del país en la primavera e inicio del verano, todo indica que en Canarias y la mitad suroeste lloverá menos de lo normal durante los próximos meses», vaticina Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Española de Meteorología (Aemet). «En el sur del Mediterráneo las precipitaciones no suelen ser muy abundantes, así que con el déficit que ya acumulan esas zonas, no se va a arreglar demasiado la situación».

Sin embargo, la percepción del problema de la sequía es muy diferente en otros puntos de España. Las intensas lluvias de los últimos meses no sólo han regado más de la mitad del territorio sacando a algunas cuencas de una situación delicada, como al Tajo o al Guadalquivir. También han dejado récords e imágenes para los anales en algunos puntos del Ebro, por ejemplo, donde se dan la mano máximos históricos de acumulación de nieve para esta época del año en la cabecera y en los Pirineos con récords de lluvias en la margen derecha, lo que ha desbordado el río en puntos como Quinto de Ebro anegando y echando a perder cosechas enteras.

«El mes de marzo ha sido impresionante en precipitaciones, pero la apertura de grifo la ha provocado el paso continuo de borrascas atlánticas. Eso hace que se riegue mucho la mitad occidental de España, pero mucho menos o nada la oriental», explica el portavoz de Aemet. «Ha habido más lluvias de lo normal en todo el país, excepto en las zonas más cercanas al Mediterráneo. Allí este año no ha habido temporales. En el levante no han visto lo que ellos llaman la gota fría».

LA ESPAÑA EN LA QUE SÍ LLUEVE

A la izquierda, un hombre practica deporte por el fondo del embalse de Riaño, en León, el año pasado. A la derecha, actual estado del embalse. (FOTOS: ALBERTO DI LOLLI)

Eso vale para la España peninsular, pero en Canarias también ha sido un año muy seco. En algunas zonas de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura no ha llovido ni la mitad de lo normal desde que comenzó el año hidrológico (1 de octubre). Y apenas ha caído un litro por metro cuadrado durante todo el lluvioso mes de marzo.

Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, responsable de las políticas de lucha contra la sequía, indicen en que es importante trasladar a la ciudadanía un mensaje de cautela con respecto a la situación.

En la actualidad, las reservas totales en España están al 68,6% -con 38.461 hectómetros cúbicos-, un poco por encima de la cantidad que se acumulaba el año pasado por estas fechas, pero aún lejos de los 41.799 que ha habido de media en los últimos cienco años. Sin embargo, si se pone el foco en las cuencas individuales, salen a la luz las dos Españas hidrológicas: las cuencas internas del País Vasco o el Cantábrico Oriental están rozando o por encima del 95%; mientras que el Júcar y el Segura no llegan o superan por poco el 30%.

«Aunque está lloviendo considerablemente y acumulamos más agua en nuestros embalses, hay que recordar que estamos aún lejos de alcanzar la media de los últimos años tras acumular varios años de sequía en muchas zonas... y en Segura y el Júcar cinco seguidos ya», afirma un portavoz. En el secano rabioso no dejan de mirar al cielo. Pero en la España seca, igual que en el resto del país, ya han llegado el sol de pleno y los cielos claros. En Almería, Murcia y el sur de Alicante los termómetros ya rozan los 30ºC esta semana, al igual que en Grazalema, para eso no funciona el muro.
La tubería de la polémica que divide España

El agua empezaba a llegar a Murcia a finales de la semana pasada. Y no era un agua cualquiera. Desde mayo de 2017 no circulaba ni un litro de agua por la tubería que conecta las cuencas del Tajo y el Segura, la tubería más polémica de España. Pero las últimas lluvias han recuperado los embalses castellano manchegos de la cabecera de la cuenca hasta superar los 400 hectómetros cúbicos que permiten activar el trasvase y han permitido de paso que le llegue algo de agua a la España seca, 60 hectómetros que se enviarán a razón de 20 cada mes.

"Con el trasvase tenemos un respiro para salvar el arbolado, pero es insuficiente", asegura Alfonso Gálvez, secretario general del sindicato agrario Asaja en Murcia. "Tenemos un déficit hídrico estructural de 400 hectómetros cúbicos", se lamenta.

Las reclamaciones de los agricultores y hosteleros de la costa del sur del Mediterráneo se han escuchado en todos los foros políticos y sociales habidos y por haber. Y también los argumentos de sus detractores. «El trasvase ya está funcionando y con más velocidad que el río por Aranjuez en estos últimos días», denunciaba la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez, en su cuenta de Twitter. «Es la materialización del atraco que venimos denunciando desde hace días». Y, por si fuera poco, el desbordamiento del Ebro en este momento tan delicado para la España seca ha rescatado los viejos fantasmas de un posible trasvase desde Aragón hasta el sur de España. "En un país moderno no podemos permitir que el suministro de agua no esté garantizado para todos los españoles", dice Gálvez.

Fuente: Diario El Mundo.